El Año Nuevo se acerca y la gente tiene diferentes planes para Nochevieja. Unos celebran en casa con sus amigos con raclette y champán. Otros derriten plomo, lo ponen en agua fría y pronostican el porvenir de las formas resultantes. Además, hay gente que hace vacaciones en el sur y huye del frío.… incluso, hay una persona que se dirige a Friburgo en ese día, esa soy yo.
Friburgo, una ciudad con casi 227 mil habitantes: la mayor parte de la gente solamente va a Friburgo para visitar la universidad o el Europapark, el parque de atracciones más grande de Alemania.
¿Pero qué hacer en Friburgo en Nochevieja? ¿Sólo con su pareja, sin amigos, sin familia? La respuesta: quedarse en el hotel y ver los fuegos artificiales. ¿Aburrido? En Friburgo, no.
A las 9 (del 31. de diciembre), los primeros empiezan a disparar sus fuegos artificiales. A las 10, la intensidad de sonido es insoportable.
Desde el Novotel, se puede ver toda la ciudad con su catedral y su puente. Desde el sexto piso, tenemos el mejor panorama de toda la ciudad.
Hay mucho que ver porque diferentes personas celebran el Año Nuevo diferentemente. Una pareja con pantalones cortos y feos hace ejercicios gimnásticos en el puente, que parece un poco peligroso. Unos chicos se golpean los unos a los otros y tiran botellas. Algunos minutos después, la policía llega y arregla la situación.
Pero también hay cosas bonitas que ver. A las 12, los fuegos artificiales brillan en todos las colores del arco iris. Hay mucha gente en el puente que observa el espectáculo: todos con ropa de abrigo, unos con bengalas, viejos como niños. Unas parejas jóvenes se besan. Un chico con ojos grandes que está en los hombros de su padre, aplaude con sus manos. Unas imágenes hermosas desde arriba. A las 2 de la mañana, todavía se escuchan estallidos y poco a poco, la ciudad se duerme.
En resumen, hay otras alternativas para celebrar el Año Nuevo que quedarse en casa. Hacer un viaje para una noche puede ser estresante, pero también puede ser variada, romántica y fascinante. Y Friburgo con su río vale la pena visitar. Por añadidura, el funicular merece la pena. En total, Friburgo es una ciudad bonita y si no te parece bastante peligrosa, es un destino atractivo para celebrar Nochevieja.
M. S.